lunes, 28 de mayo de 2012

Economia en la revolucion industrial


Economía
Hundimiento de la Pequeña Industria
La pequeña industria era la misma des sistema gremial medieval o del sistema de empresario de los siglos XVII y XVIII. Era una industria difusa y variamente extendida difícil de limitar. El campesino que empezaba a trabajar en el taller de la ciudad también continuaba cuidando sus campos de cultivo o admitía el trabajo par que el y su familia le facilitaba el empresario. En la ciudad el artesano vendía el mismo los productos que salían de sus manos. ¿Campesinos, artesanos o comerciantes? Un poco de todo al mismo tiempo.
En el campo la pequeña industria se encontraba un poco por todas partes; En gran proporción era una industria familiar y doméstica. El campesino fabricaba sus muebles y utensilios; quizá la construcción del carro se dejaba para el carretero especialista y la parte metálica para el herrero; pero carretero y herrero eran a la vez campesinos en sus propias tierras. Las necesidades no siempre grandes de la gente del campo estaban al alcance de esta industria familiar.
Esta industria familiar se desperdigaba en talleres, junto a los bosques o a lo largo de los ríos que facilitaban la energía necesaria, pero funcionaban solo durante el invierno, por que la llegada de la primavera obligaba a que herreros, tejedores, ceramistas, etc., dejaran el taller por la tierra de cultivo donde trabajaban mas de ocho meses, es decir, la pequeña industria rural se movía al ritmo de las estaciones.
En la ciudad el artesano trabajaba todo el día en el taller; oficiales y aprendices vivían generalmente en la casa del maestro que les daba de comer y les pagaba por meses o años, la producción debía ser pequeña y poco competitiva. El maestro o patrón vivía de un mercado pequeño que le permitía algunos beneficios modestos. Pero cuando el ferrocarril abrió los mercados a los grandes fabricantes, los precios pudieron unificarse y entonces el pequeño artesano no pudo resistir la competencia.
El liberalismo económico
Es la doctrina elaborada por la burguesía para justificar su enriquecimiento y la miseria de la clase trabajadora.
Su principal representante es el economista Adam Smith que, en 1776, publicó su obra titulada "Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones" En ella se defiende la teoría que el Estado debe mantenerse apartado de la economía del país, no debe fijar ni precios ni salarios, ni debe proteger a los obreros. Los empresarios pueden actuar con entera libertad y como mejor le parezca. La misión del Estado es simplemente la de policía: mantener el orden público pero sin intervenir para nada en los asuntos económicos.
El lema del liberalismo fue "Dejar hacer, dejar pasar; el mundo va por sí mismo". Naturalmente, al desentenderse el gobierno de las cuestiones sociales y económica al dejar a los obreros en manos de los empresarios que fijaban a su antojo los sueldos, la situación del proletariado fue empeorando continuamente, a medida que se desarrollaba la industrialización.
La Banca, Madre de la Industria
La revolución industrial no solo fue asunto de tecnología sino también de economía: consistió en cambios en el volumen y en la distribución de la riqueza a la vez en que los métodos por los cuales dicha riqueza se dirigió hacia fines especificados. Hubo una estrecha conexión entre los dos movimientos. Sin las inversiones, la industria hubiese continuado tal vez en su lento progreso -- aumentando las compañías, extendiéndose el comercio, mejorándose la división del trabajo y haciendo de los transportes y finanzas mas especializados y eficaces --, pero no habría habido revolución industrial. Por otra parte sin los recursos recién descubiertos, las inversiones difícil mente se hubieran realizado, y su aplicación hubiese sido muy limitada. Fue pues el crecimiento de los ahorros y la facilidad con la cual se pusieron a disposición de la industria, lo que hizo posible la revolución industrial.
Hubo que organizar el crédito, lo que desarrollo considerablemente la banca, las bolsas y las sociedades anónimas, aunque algunos gobiernos se mostraran preocupados por este hecho. Las acciones se convirtieron pronto en una mercancía que las bolsas hacían de precio muy variable, con la que aumentó la rapidez con que se conseguían fortunas y se perdían. El "Dios - oro" empezó a jugar un papel extraordinario y con él la alta banca.
La Nueva Estructura Económica
Los fisiócratas de Turgot, y los liberales como Adam Smith habían desencadenado una lucha contra las teorías mercantilistas del siglo XVII que hacían intervenir al estado para proteger, con fuertes aduanas, la economía de cada nación.
La aparición de la doctrina del "Laisses Faire" acompaño a los cambios de la estructura económica que aportaba la revolución industrial, y la obra de Adam Smith (investigación sobre la naturaleza y las causas de las riquezas de las naciones) aparecida en 1776, se convirtió en la Biblia de los nuevos industriales Ingleses, que argumentaban que se debía dejar el mundo económico en manos de sus propias leyes naturales; Solo la libre concurrencia permitiría aumentar la producción y mejorar la maquinaria; la ley de la oferta y la demanda debía de ser la única en regular los precios de los productos, en que el estado no tenía por que intervenir. Fisiócratas y liberales estaban plenamente convencidos de que el mundo de los negocios tenía sus propias leyes que se regían con la misma exactitud de las leyes de la física.
Pero por que se adivinaba que por debajo de los abusos del sistema fabril, podía encontrarse una revolución potencial de nivel de vida de las masas, lo que saltaba a la vista era la injusticia evidente del sistema, que condenaba a una mayoría a la miseria en beneficio de la riqueza creciente de una minoría.

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